martes, 15 de septiembre de 2015

No te necesito para nada, pero te quiero para todo

Hoy, tenía una espinita clavada.
Ayer lunes sentí que debería haber escrito y no lo hice. Era como no querer abusar. Menuda tontería.

Fin de semana bonito, activo, deportista, solitario, acompañado, risas, gastronomía, pensamientos, lectura, MUSICA, mar, montaña, novedades, interesantes conversaciones. 
Que se den todas y cada una de esas situaciones en el mismo fin de semana, hace que sea, al menos para mi, que no estoy acostumbrado a ello, un fin de semana intenso. Me gusta.

No soy de hacer actividades solo. Como siempre digo, solo ni bajar a comprar el pan.
Me considero persona de compañía, de hacer cosas con otros, de compartir experiencias con otros, de reír, llorar, disfrutar junto con otros. Dicen que las penas compartidas se dividen y las alegrías se multiplican. Diciendo esto, da la sensación de que puede que no tenga amigos. Nada más lejos de la realidad. Mis amigos personales, todos de la infancia, están casados, con niños y el poder compartir unas risas con ellos, es algo que no es fácil de cuadrar para todos, aun así intentamos quedar cada cierto tiempo. Y aunque no hablemos en días o semanas, todos sentimos que estamos ahí.

Hace ya más de año y medio de la finalización de mi última relación seria. Tampoco fue una relación demasiado extensa. Poco más de un año. Hasta que descubrí que no estaba totalmente convencido de aquella experiencia. No llegamos a vivir juntos, donde estoy convencido de ello, es donde realmente llegas a conocer de verdad a la persona.
Que no fuera muy duradera en el tiempo no quiere decir que no fuera intensa. Que lo fue.
Y a favor de Silvia, he de decir, que ha sido la MEJOR persona que he conocido nunca, y que dudo que conozca. Y aseguro que conozco a muchisima gente. No conoceré a nadie que como persona, sea mejor persona que ella. Es increible. Sin que se entienda en modo peyorativo, es una discípula de Teresa de Calcuta.
Pero bueno, parece que cuando uno está en pareja, ser buena persona, no es suficiente. Seguramente sea así.

Siempre me plantee, la vida en pareja. Me cuesta, o me costaba el vivir en una casa solo, excepto el poco tiempo que puedo compartir con mis hijas. El llegar del trabajo cansado después de doce horas de jornada y que no hubiera nadie en casa esperando, el abrir una cerveza y no compartir un rato de charla con alguien, el apenas cocinar para uno solo, el estar horas y horas en casa sin más compañía que una lectura o un nuevo intérprete de música que alguien me haya descubierto, o mis clásicos que nunca fallan. 
Tampoco yo soy fácil, en ocasiones, demasiado reservado. La gente que me pueda conocer un poco, de relaciones de trabajo o una amistad superficial, no imagina lo reservado e introvertido que puedo ser de puertas para dentro en casa. Mis padres siempre me lo dicen "Es que no cuentas nada" 

Aunque no creo que Silvia piense así. Seguramente se debe a relaciones con personas muy concretas.  

El sábado fui con unas amigas a hacer pádel surf. Muchísimo mejor de lo que esperaba. Las anteriores veces fue un auténtico desastre en esta primera fase de aprendizaje. Y el sábado?
Desastre también, pero ya menos  ;)
Así que a la próxima, mucho mejor. Y sino, será a la siguiente. 
Acabé contento.

El domingo quería salir. Necesitaba salir. Así que cogí la mochila, vi una ruta de senderismo por una zona que ya conocía, y para allá que fui. 
Que me habría gustado haber compartido la ruta con alguien?. Por supuesto. Pero me resistía a dejar de hacer algo que me apetecía, por no tener  a nadie con quien hacerlo.
Lo próximo será ir al cine solo. Nunca lo he hecho. Y es una paradoja, porque mientras estás en el cine no hablas con nadie, al menos yo.

Creo que no volveré a dejar de hacer nada por no hacerlo solo.

No te necesito para nada, pero te quiero para todo.





No hay comentarios:

Publicar un comentario