sábado, 10 de octubre de 2020

Experiencia acumulada

A estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí.
Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.
Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres rey y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.
Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mis  queridos y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas cañas acompañadas de unas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.
También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en un hombre amargado, pase lo que pase.
De la vida no quiero mucho, quiero apenas saber que intenté todo lo que quise, tuve todo lo que pude, amé todo lo que valía la pena y perdí apenas lo que nunca fue mío; y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada. O todo

jueves, 17 de septiembre de 2020

¿Ilusión por vivir?

 

Hace unas semanas tuve un desencuentro. Había conocido a una chica un par de meses antes; por motivos que no vienen ahora a cuento esa relación como personas entre nosotros finalizó y me dejó muy tocado. Pero no por el hecho del rechazo, que bueno, nunca es agradable, pero como creo que estoy trabajado en ese sentido no fue eso lo que me afectó. Sino que me transmitió que consideraba mi humor como borde e innecesario. Me llamó borde innecesario…   Se queda con la impresión como persona mía de que soy un borde innecesario. Cuando uno de mis pilares básicos y vitales es intentar ser mejor persona cada día.

Y mi humor… mi humor es sarcástico, irónico y entiendo que no le guste a todo el mundo… pero… es lo que practicábamos los dos, ella también es sarcástica e irónica. Si uno decía una burrada, el otro la decía más grande.

En ese sentido me acoplo y evito hacer cualquier comentario o acción que pueda pensar que está fuera de lugar o que le pueda molestar al otro, y eso considero que no es dejar de ser uno mismo.

“Tengo que acostumbrarme a mirarme en todos los espejos que pueda encontrar. Y es cierto que algunos espejos me muestran feo” Jorge Bucay -El camino de la autodependencia-.

Pero más allá de todo eso llevo unos días rascando un poco más en mí.

He vivido la felicidad, he vivido la tristeza, incluso he vivido la depresión.

He vivido la pobreza económica y he visto de cerca la mayor de las miserias económicas que uno puede llegar a pensar. He vivido la riqueza económica, he conocido el lujo y la austeridad, he vivido los excesos, las apariencias, la farándula, las traiciones personales, las recompensas a aquellos que yo pensaba que se lo merecían.

He vivido el amor y como no el desamor.

He vivido el amor platónico.

He vivido la familia y he vivido la soledad.

Tengo dos maravillosas hijas de las que estoy más que orgulloso.

He viajado por medio mundo. He vivido y conocido otras culturas, otra gente, otras formas de ver la vida.

Tengo unos pocos grandes amigos.

Puedo afirmar que he disfrutado de mi vida.

Me consta que mis padres lo han dado todo por mi y por mi hermano. Posiblemente más de lo que yo daré por mis hijas. No es cuestión de cantidad, me refiero a la sobreprotección recibida. Supongo que será un tema generacional.

Tengo un trabajo por el que me considero bien pagado y además me gusta.

Me considero un privilegiado de la vida.

Ahora mismo estoy pendiente de tres intervenciones quirúrgicas, que bueno, lo normal es que salgan bien pero también pueden salir mal y me afectaría directamente a la movilidad. Es algo que no me quita el sueño.

 

Hace un par de días venía pensando…

¿Y qué ilusiones tengo en mi vida?, y le daba vueltas… y pensaba…    Quiero viajar más; pero bueno ya he viajado mucho; si no viajo no pasa nada.

Quiero subir la montaña más alta de España y luego si es posible, otras más altas. Pero bueno… ya he hecho mucha montaña; si no la subo no pasa nada. No siempre la vida es como queremos.

Quiero ver a mis hijas felices.

La mayor, ya es mayor, hace su vida y ya no tenemos el mismo contacto personal que cuando era una niña. Y la pequeña crecerá y llevará su propio camino. Además, por ley de vida yo me iré antes que ellas. Así que bueno, mientras esté en este mundo, si quiero verlas felices.

Quiero tener una relación íntima con alguien para poder enriquecernos mutuamente como personas. Esto, en ocasiones se da y en otras no, ya llevo tiempo solo y estoy bien solo.

¿Qué más ilusiones tengo? Porque diría yo, que lo descrito anteriormente eran más deseos que ilusiones. Que, si se dan, bien y sino, tampoco es el fin del mundo.

Y pienso, y vuelvo a pensar y me doy cuenta de que no tengo ilusiones en la vida. Eso no tiene nada que ver con que me quiera morir, ni muchísimo menos, claro que no me quiero morir, ni le tengo miedo a la muerte.

Debería diferenciar entre motivación e ilusión.

Tengo motivación para vivir, pero no tengo ilusiones.

Tengo la motivación para levantarme todas las mañanas ir a trabajar, ver a mis hijas, a mis padres, a mis amigos… Pero, ¿son eso ilusiones? Yo creo que no.

Y eso me hace pensar y me da a entender que estoy peor de lo que pensaba. Tengo un desajuste, un desequilibrio y lo peor de todo es que no lo identifico.

Alguno que lea esto, podría pensar que esta situación viene motivada por el rechazo de la persona que conocí. Que si dependencia emocional, que si esto o lo otro, bla bla bla..

Yo creo que va más allá, pero no lo sé.

He vivido tanto que hoy no tengo ilusión por nada (y solo el hecho de vivir debería ser una ilusión) me siento incompleto.

¿Estoy en modo conformista?

Que al final me doy cuenta que las únicas cosas que valieron la pena son mi familia, un grupo selecto de amigos y unas experiencias que me dieron crecimiento personal. Y eso ya lo viví.

domingo, 17 de septiembre de 2017

Impossible is nothing / Circunstancias a resolver

En ocasiones nos rodean circunstancias, deseos temores que nos son complicados de entender.

Tenemos ideas en la cabeza que nos torturan, deseamos esto o aquello, queremos estar con una u otra persona, y las cosas no se desarrollan como nosotros quisiéramos o deseásemos, y entonces nos vienen a la cabeza dos ideas. la primera es, qué es lo que me despierta ese instinto, cuál es el motivo?, 
Y la segunda, por qué no puedo obtener lo que quiero?.
La respuesta a la primera suele ser algo irracional, algo que viene de mi yo más profundo, algo que se escapa a la lógica, a lo controlado, a lo que yo manejo algo que viene desde mis sentimientos interiores.

Perdemos el tiempo buscando respuestas, perdemos parte de nuestra vida buscando explicaciones, perdemos algo que nunca volveremos a recuperar, perdemos aquello que considero como uno de los mayores regalos que podemos ofrecer y recibir, TIEMPO 

Y en cuanto a la segunda......que pena que nos detengamos a buscar una respuesta, a invertir nuestro tiempo en querer apaciguar nuestra mente en querer entender las cosas.....en dejar de disfrutar ese momento por querer tener todo bajo nuestro control, ese tiempo que invertimos en buscar explicaciones es tiempo que dejamos de vivir.

Estamos junto a una vía de tren, el paisaje es precioso, verdes campos de cereales hasta donde alcanza nuestra vista en pleno apogeo y esplendor a un lado de la vía. 
Grandes arboles centenarios magníficos de aquellos que bajo su sombra te impiden ver el sol,  de los que a sus pies apenas hay flores por falta de luz solar, árboles que me rememoran los bosques navarros.

El tren avanza, el suelo comienza a temblar, y nuestro compañero se pregunta el porqué de aquella velocidad.
Por momentos el tren se nos acerca, los tallos de los cereales se doblan sin llegar a quebrarse como si le estuvieran abriendo paso, el sol está cayendo sobre las lejanas montañas, los pájaros de los arboles revolotean por el ruido al paso de ese humeante caballo de metal,  la velocidad es desmesurada, el paisaje indescriptible, los colores del atardecer preciosos. Por un momento siento la sensación del viento provocado por el paso del tren, ese viento que en una tarde calurosa de primavera se agradece casi a cualquier hora del día, esa brisa que llega te toca y se va, abro los brazos y me dejo invadir por una explosión de sentimientos, sentimientos de esos que se ven y de esos que se sienten. 

Esa sensación dura apenas un par de segundos, un par de segundos que se pueden convertir en horas para uno mismo. 

Una vez finalizado el espectáculo miro a mi alrededor como cualquier niño feliz al despertar la mañana de Reyes. Y allí me veo a mi acompañante, el que sigue calculando la velocidad a la que venía el tren y el por qué de la misma.
Que pena que estemos ensimismados en temas banales, en cosas que no dependen de nosotros, que no van a llevarnos a ningún sitio.
Es posible que no vuelva a pasar ningún tren por aquella vía, o es posible que no estemos nosotros para poder ver pasar de nuevo el tren.
 


El día que fui consciente, el día que interioricé que tengo que trabajar para vivir y no vivir para trabajar, ese día empecé a vivir, pero los humanos somos muy torpes, y pensé que el precio que tuve que pagar para poder llegar a esa conclusión fue muy alto, seguramente demasiado, primera torpeza. Con el paso de los años aprendí que no hay mejor dinero invertido que en salud,  nunca es demasiado aunque no seamos capaces de verlo en ese instante, segunda torpeza.

Cuando nos cruzamos con una persona, cuando esa persona llega a nuestra vida, o mejor dicho, cuando por circunstancias dos lineas se cruzan, normalmente siempre hay una parte que siente más que la otra, es complicado que las dos personas estén en el mismo plano, que ambas tengan las mismas prioridades que las dos estén en el mismo estado emocional que los dos vayan a la misma velocidad.

Seguramente por deformación profesional lo comparo con una máquina recién diseñada y producida. Las piezas encajan a la perfección, todas las piezas que componen la máquina están diseñadas de tal forma que no hay holgura entre ellas. Sobre el papel todo es perfecto. Sobre ese papel que tanto tiempo, trabajo y dedicación nos ha llevado

Nos disponemos a montarla, ya la tenemos montada y ahora es el momento de ponerla en funcionamiento, sin saber muy bien el motivo, la máquina no funciona como debería. Pero la hemos comprobado, hemos visto que los cálculos, los planos, las piezas... sobre el papel está todo bien. Pero hay desajustes, hay desajustes por la novedad, por lo inesperado, por la falta de manejo.

Y como reaccionar ante esa situación?
Muchas y variadas son las respuestas a estas preguntas, y seguramente todas igual de correctas dependerá de cada uno la decisión a tomar.
TODOS LOS CAMINOS SON VALIDOS MIENTRAS NO SE PIERDA EL RUMBO.

Me llamó la atención en una ocasión, hablando con una amiga que hacía poco tiempo que había finalizado una relación. Me dijo que habían dejado de ser pareja, y lo peor de todo es que seguían los dos enamorados locamente de la otra persona. Sinceramente espero no encontrarme nunca con esa situación.




lunes, 3 de abril de 2017

Agua

Còmo quieres ser mi amiga
si por ti darìa la vida,
si confundo tu sonrisa
por camelo si me miras.
razòn y piel, difìcil mezcla,
agua y sed, serio problema.
Còmo quieres ser mi amiga
si por ti me perderia,
si confundo tus caricias
por camelo si me mimas.
pasiòn y ley, difìcil mezcla,
agua y sed, serio problema…
Cuando uno tiene sed
pero el agua no està cerca,
cuando uno quiere beber
pero el agua no està cerca.
Què hacer, tù lo sabes,
conservar la distancia,
renunciar a lo natural,
y dejar que el agua corra.
Còmo vas ser mi amiga
cuando esta carta recibas,
un mensaje hay entre lìneas,
còmo quieres ser mi amiga.
Cuando uno tiene sed
pero el agua no està cerca,
cuando uno quiere beber
pero el agua no està cerca.

domingo, 2 de abril de 2017

Evolución

31/03/17
Esta mañana tocaba médico, he cogido el alta para poder llevar una rutina diaria y le he contado un poco lo que me pasaba, me ha recetado unas pastillas tranquilizantes ansiolíticos, llevo ya dos tomas y las nauseas y vomitos no remiten, seria duro, pero lo mas sano para mi sería cortar cualquier contacto, no se....., soy un mar de dudas, realmente me vale la pena?


Ayer se lo conté, creo que su actitud hacia mi, también ha cambiado, está mas distante

02/04/17
48 horas después de iniciar el tratamiento. Parece que empieza a hacer efecto. La sensación de ansiedad  empieza a remitir, aunque en alguna ocasión todavía he tenido algún episodio de nauseas, pero la actitud parece que va cambiando, me da la sensación de que las cosas me empiezan a ser indiferentes, me da todo un poco igual, vamos a ver que tal va. 
También me ayudará la reincorporación al trabajo normal, después de haber estado dos meses de baja.

viernes, 31 de marzo de 2017

Esta indefinición tuya me está matando

26-03-2017

Estoy, .......estoy de cualquier forma menos bien.
Estoy cansado, muy cansado, llevo toda la semana durmiendo mal, la noche del viernes al sábado dormí cuatro horas y la noche del sábado al domingo tres horas y media, a las cuatro y media ya estaba en pie y a las seis y media en la calle dando un paseo.

Estoy triste. Estoy muy triste porque sabes que si por mi fuera estaríamos 24 horas juntos, y en toda la semana no se han dado las circunstancias para vernos al menos media hora, y eso me entristece, no estoy enfadado, estoy triste. Y no estoy enfadado, porque no espero nada de nadie, de nadie. Además soy consciente de que tu estás pasando por una temporada complicada. Y ahí estoy yo para echarte una mano en lo que consideres oportuno.

 "Dichosos los que no esperan nada de nadie porque nunca serán defraudados

Yo soy como soy y no pretendo que nadie haga lo que yo hago. Hasta cierto punto somos libres de hacer lo que nos apetezca hacer en cada momento, y cada uno le apetecen unas cosas diferentes.

QUE DÉBIL SOY EMOCIONALMENTE Y SENTIMENTALMENTE,  todo me afecta en demasía, soy muy sensible y la cabeza está demasiado ocupada elucubrando posibilidades como para permitirse un descanso, ahora ya ha pasado al estómago, nauseas, vómitos, no me entra la comida...... me tiemblan las manos.....
No hay nada como tener dudas y tiempo para pensar...     en fin, ya pasará.

Si fueras consciente de que todo esto por lo que estoy pasando es por ti, por nosotros....
Si lo supieras, seguramente lo cortarías de raíz, romperíamos cualquier tipo de contacto o de relación entre nosotros, porque se que me quieres, y lo que menos deseas es causarme cualquier tipo de problema.
Pero es lo que quiero yo?
Perder todo el contacto contigo?
No, no quiero eso, porque realmente te quiero.
Porque cuando estamos juntos estoy feliz junto a ti, pero cuando no nos vemos o apenas hablamos es cuando te noto muy lejana y me pongo malo. Tenemos planes para un futuro próximo, viaje, vacaciones con las niñas.....
Además podrías interpretarlo como una artimaña para dar pena y no es cierto, lo cierto es que los nervios me carcomen por dentro y empiezan a exteriorizarse. Dijiste una vez que si alguien quiere algo, lucha por ello, y eso estoy intentando hacer

Espero poder ser lo suficientemente fuerte como para poder solventar esto sin que realmente me produzca mas daños físicos o psíquicos y no caer en la batalla.

Se que si te hago llegar estas palabras puede suponer un punto de inflexión en nuestra relación y que seguramente no me guste el desenlace, por ello tengo dudas de que hacer, creo que de momento no las leerás, no se cuanto tiempo podré aguantar